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¿Tras los casinos en el agua también en el aire?
Lunes 21 de enero de 2013
Desde la llegada de aviones de nueva generación en 2009, como el Boeing 787 y los Airbus de largo alcance que operan en Canadá, se han hecho numerosos progresos para mejorar la calidad del entretenimiento a bordo. Las tabletas interactivas permiten ahora jugar a juegos de mesa, ver películas, escuchar música y mucho más. Los apostantes podrían convertirse en pasajeros privilegiados en 2013 porque dos empresas canadienses trabajan actualmente en un proyecto que permitirá a los viajeros disfrutar de juegos de casino en vuelos de largo recorrido.
Blackjack en clase ejecutiva y primera clase
Dos agencias canadienses de diseño y marketing aeronáutico están trabajando en un concepto único en su género: el de un casino volante. Con la intención de crear un espacio de encuentro a la vez cordial y privado, estas compañías han decidido desarrollar un área de juegos de casino que estará disponible solo para los pasajeros que viajen en clase business y primera clase.
« Aunque el nombre de la línea aérea no se ha mencionado hasta ahora, varias empresas aeronáuticas han financiado el proyecto de AirJet Designs y Designescence, quienes han diseñado ya la maqueta de una mesa de blackjack que puede ser implantada en cualquier Airbus 380. »
Aunque el nombre de la aerolínea no se ha mencionado hasta ahora, varios actores de la industria en Canadá han financiado el proyecto, y ya se ha diseñado la maqueta de una mesa de blackjack que puede implantarse en aeronaves de fuselaje ancho como el Boeing 787 o el Airbus A330. Este nuevo producto podría permitir a las compañías aéreas aumentar sus ingresos; en rutas internacionales, y siempre que se respeten las normativas de Transport Canada y de las jurisdicciones aplicables, los juegos de azar no están prohibidos a bordo de los aviones. Al final, será más fácil jugar al blackjack o a cualquier otro juego a bordo de un avión que a bordo de un barco.
Implementación costosa para un proyecto ambicioso
La realización concreta de tal proyecto es particularmente costosa. El hecho de que las compañías aéreas canadienses hayan atravesado crisis recientes tampoco facilita las cosas. Además, gran parte de la población opta por vuelos nacionales y de corta distancia, mientras que las rutas de largo recorrido siguen siendo más selectivas; las aerolíneas de bajo costo, que compiten con las compañías tradicionales, no suelen ofrecer estos servicios.
La puesta en práctica de las mesas de juegos de casino en los aviones puede, por lo tanto, no materializarse hasta dentro de algún tiempo. Uno de los líderes nacionales llegó incluso a rechazar participar en este proyecto por razones económicas. Incluso una aerolínea de bajo costo canadiense dejó caer la idea de lanzar un avión temático repleto de juegos de azar divertidos y lucrativos, priorizando la simplicidad operativa y las tarifas competitivas.