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En Alemania, un malfuncionamiento permite a cientos de jugadores ganar en las máquinas tragaperras

viernes 23 de mayo de 2014
En alemania un malfuncionamiento permite a cientos de jugadores ganar en las maquinas tragaperrasEn alemania un malfuncionamiento permite a cientos de jugadores ganar en las maquinas tragaperras

Los clientes de varios casinos terrestres alemanes recordarán de esta dulce tarde del mes de abril de 2014. Efectivamente, la mayoría de ellos ganaron sumas importantes en juegos de máquinas tragaperras. Pero, aunque cerca de una centena de ellos pudieron hacerse con los botes más grandes, fue gracias a un mal funcionamiento ocurrido en las casi cien mil máquinas de la sociedad Paul Gauselmann, un desarrollador que corre el riesgo de perder la confianza de sus clientes en sus establecimientos. ¿Cómo explicar este fenómeno y cuáles son las consecuencias para los casinos terrestres que ofrecían sus máquinas tragaperras antes de este increíble fallo?

Una centena de jackpots para jugadores alemanes

En el curso de una noche que quedará en los anales, una centena de clientes repartidos en varios casinos terrestres basados en Alemania fueron agraciados cada uno con un increíble jackpot. Conscientes de que ciertas máquinas tragaperras fabricadas por la sociedad Paul Gauselmann tenían un fallo en ese momento, estos apostantes alegremente insistieron en esas máquinas de manera repetida, una maniobra que les habría permitido desbloquear ganancias espectaculares. En total, a causa de este fallo inexplicable, nada menos que 10 millones de euros se repartieron entre los jugadores en apenas una tarde, algo que se atragantó a los casineros, obviamente descontentos con el malfuncionamiento de las máquinas.

«Falta saber si la centena de apostantes implicados en estas ganancias de un nuevo género cometieron o no fraude».

Hay que decir que este fallo técnico cuanto menos chusco, ha puesto a algunos establecimientos de juego alemanes en un aprieto, ya que no disponían de liquidez suficiente en el lugar. Algunos de los felices ganadores se vieron obligados a reclamar sus ganancias el día siguiente. Falta saber si la centena de apostantes implicados en estas ganancias de un nuevo género cometieron o no fraude. Desde un punto de vista legal, no deben estar en peligro, puesto que simplemente se beneficiaron de un defecto de fabricación, lo cual no está penado por la ley. Pero si los casinos quieren impedir este tipo de situaciones en el futuro, está claro que deben investigar. Paul Gauselmann niega toda responsabilidad por su parte.

¿Un defecto inexplicable o un fraude desde dentro?

El desarrollador asegura que no tiene medios de reparar este error técnico, puesto que no era detectable en el momento de los hechos. Pese a que los casineros tienen todo el derecho de perseguir legalmente a Paul Gauselmann, aquellos no tienen ningún control sobre las tiradas y los resultados de las máquinas. Uno de los elementos que explican las sospechas de los dirigentes de los casinos es que de una manera u otra, sus clientes descubrieron que las máquinas a las que jugaban respondían a determinadas técnicas. ¿Les había ido alguien con el cuento? Algunos apostantes incluso publicaron un vídeo en la web explicando el procedimiento a seguir para desbloquear los botes en esos juegos.

Según un portavoz de la sociedad Paul Gauselmann, es probable que un empleado haya sacado provecho de este fallo para llevarse grandes ganancias, y lo habría contado a otros individuos. Seguramente esperaba que sus ganancias no se notarían por el hecho de que una centena de otros jugadores consiguieran el jackpot esa misma noche.

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